El lunes fue sencillo: llevé al cole a Élodie dando
un paseo con Magali (es genial, la metes en el carro y a los 2 minutos está
completamente dormida). Nada especial, excepto que a la vuelta vi a un señor… ¡con
zuecos holandeses!. Me dio la impresión como si los usara como zapatillas de ir
por casa (¡qué incomodas, por cierto!), porque estaba a las 9 de la mañana
limpiando el cristal del coche en la puerta de casa…
Vino a comer una amiga de Radna con su hijo: el jueves
entraron a robar a su casa y les han robado ¡todo!. Monedero con todas las
tarjetas, ordenadores, iPad, iPhones (sí, por aquí es todo muy i-…)… ¡hasta el
coche!. Por aquí siguen vendiéndome que es todo “muy seguro, aquí no hay mala
gente”...ya, pero en 10 días he oído tres noticias diferentes de robos…
El martes siempre es día de chicas: los chicos se van
al colegio y las chicas nos quedamos en casa (Élodie no tiene ni preescolar ni
guardería). Fuimos Élodie y yo al Grut&Groot (una cafetería que
tiene muchos juguetes para los niños), donde suelen quedar las aupair españolas
todos los martes. A la hora de comer vino la abuelita (nunca me cansaré de
decirlo, ¡qué majica!).
La tarde tranquila: un ratito al sol en la terraza (que
promete muuuucho…) y a cenar.
¿Una curiosidad? Estaba yo en la cocina y en casa solo
estaba Justus con un amigo (en el ordenador, ¡cómo no!)… de pronto he oído que
entraba alguien, yo pensaba que sería Radna… ¡pero no!. Era una chica que ha
entrado como Pedro por su casa, me ha saludado como quien no quiere la cosa, ha
abierto un cajón, ha cogido unas llaves y se ha ido por donde ha venido. Yo,
obviamente he alucinado… Luego ha resultado que era la vecina, que se olvidó en
nuestra casa las llaves de la suya hace una semana…y venía a recuperarlas. Todo
tan normal, vamos.
El miércoles fue un día que si pudiera borrar del
calendario lo haría sin duda. Un día de estos que si llega a pasar antes quizá
me hubiera vuelto a España. Un día completamente de locos.
Empezó quedándome en casa con Magali mientras Radna llevaba
a los chicos al cole. Esta parte bien, ya sabéis que Magali es un ángel. Como
ayer era “short day” (salen del cole a las 12.15), me fui a buscar a Élodie y a
Justus, que, como no, me la volvió a liar. Ooootra vez quería irse a jugar con
su amigo nosequién… Oooootra vez a llamar a Radna… Esta vez sí que le dejó, lo
gracioso es que se enfada con el mundo ¡y se pone a llorar super cabreado el
tío¡ (yo creo que me odia , pero me da igual). Radna me pide siempre perdón diciendo que está en
una edad muy mala, que es un niño muy influenciable, que tiene un amigo que no
respeta a sus padres y que él lo está “copiando” con sus actitudes… mil vueltas
para no decir que es un malcriado, vaya…
Por la tarde, como hacía muy buen día, montaron el trampolín
(así le llaman ellos…pero vamos, que es una cama elástica de toda vida). Estuve
con la madre de Rebeca, que también pasaron la tarde en casa. Pillé a Luwe
trepando (si, trepando…se pone una caja de juguetes de escalón y se sube a la
encimera de la cocina, todo para coger galletas…) en la cocina. ¡Casi me da un
infarto cuando lo vi! Aunque a todos los adultos les hizo muuucha gracia… (yo
no se dónde la tiene…). Seguidamente, y aprovechando un momento de la tarde que
se fue Radna (a por Justus, a llevarle la ropa de futbol, a llevarlo a futbol,
a recogerlo de futbol… ¡así todo el día!), va Luwe y se mea encima. Y todo
porque estaba saltando en la cama elástica y se le debió de olvidar. Lo cambié.
Radna aprovechó que los niños estaban entretenidos para irse a hacer la compra
(por lo que veo eso de ir un día a la semana o al mes para hacer la compra
“grande” aquí no se estila… ), peeero… llegó a pagar y se dio cuenta de que no
tenía la tarjeta de crédito. Así que vuelta para casa sin nada (luego
entenderéis por qué digo esto…).
Parecía que todo iba calmándose un poquito… ¡pero no! Va
Élodie y se mea encima… Normalmente, a estas horas del día (y el resto
también…), suelen ver la tele, porque están cansados y pesados y así se calman
y se callan… Peeero… estuvimos todo el día sin internet, ni teléfono ni
televisión. ¡Qué pesaos!
Cada vez era más tarde y seguíamos sin nada que cenar. Al
final Radna aprovecho un momento “de calma” para irse al supermercado
rápidamente y trajo lo justo para cenar.
Cenamos poffertjes, un plato típico holandés (por lo que me
dijeron) parecido a los pancakes (es decir, dulce…) que se come con mantequilla
y azúcar glass. No estaba malo, pero yo no lo considero cena. Muy nerviosa me
puso Justus en la cena. Invitó a un amigo a cenar (veo que aquí es super normal
que todos los días alguien de fuera se quede a comer o cenar. Es curioso que la
señora de la limpieza ¡come aquí!), por lo que estuvo toda la cena haciéndose
el chulito, desafiando a Radna… pues si que debe ser una edad difícil, oye…
(eso o es demasiado estupidito :)).
Después de cenar, que ya era muy tarde, resulta que los
niños no se querían ir a dormir… solo gritaban y lloraban… ¡qué desesperante!.
Yo sobre las 20.30, y como pude…me subí a dormir.
De verdad que si pudiera borrar el día…sin duda lo haría. Y
creo que Radna también, pobre. Ayer ya me dijo… “Necesito a Victor”. Me parece a
mí que Victor lleva más rectos a los niños… Así que… ¡yo también le necesito! Jaja
Después del día anterior, el jueves solo podía ir a
mejor. A pesar de que casi no teníamos comida para desayunar (por el percance
que os conté…), llevé a Élodie a la guardería con Magali, y luego estuvimos
dando un paseo… Cuando volvía a casa, estaba el técnico de internet ¡por fin!. Estaba
bastante loco…y me hablaba en holandés todo el rato… (claro, yo ni papa… jaja).
Para mí los jueves son muy estresantes, porque la chica de
la limpieza (que tampoco habla inglés) viene de 12 a 15 y yo, si estoy en casa,
no se muy bien dónde meterme, si le molestaré… por suerte ayer hizo suuuper
buen día, y me salí a la terraza (me parece a mí que la voy a usar más de lo
que pensaba!:)) a tomar el sol (nada más y nada menos que ¡de 12 a 14.30!). Lo
que nunca entenderé es por qué si alguien tiene contratado a alguien para que
le limpie la casa, por qué limpia antes. ¿Qué espera, que la señora de la
limpieza piense que la casa está así después de una semana y aun teniendo 4 hijos? jajajaja.
Un zumito mientras estudio al sol... ¡qué majica Radna!
Por la tarde (bueno, más bien por la noche, después de
cenar, vamos…) empezaba mi curso de inglés. Había quedado a las 18.30 con
Balbina, que me recogía cerca de casa con el coche…y allá que nos fuimos las
dos, a disfrutar de 3 horitas de clase… (todo para ver en qué nivel nos
ponían).
La primera clase estuvo bien, había bastante gentecilla,
todos mayores y la mayoría mujeres, pero eran todos muy ‘nice’ (o al menos lo
parecían). ¡Éramos 4 españolas!. Balbina y yo, una chica que se llama Noelia y
una señora mayor que lleva viviendo en Holanda 34 años (el nombre le delataba:
Montse…jijij).
En la segunda clase éramos muchos menos, dos holandeses, una
italiana (era gracioso porque tenía un montón de acento) y una holandesa
pelirroja ¡más rara que rara!. Este nivel era demasiaaado fácil para nosotras:
estuvimos aprendiendo el presente simple y las partes del cuerpo (¡bieeeen!).
Después de las 3 horas, y tras comunicarle a la profe
nuestras intenciones…cogimos el coche y directas para casa… Si, triste… pero de
clase a la cama.
Y hoy, por fin es viernes… aunque sinceramente la semana se
me ha pasado volando (quitando algún día…juju), tengo ganas de que por fin
llegue Victor y ponga un poco de calma en esta casa…
¿Qué destaco?
- La escasez de higiene de estos holandeses: sé que es
general, porque lo estuve hablando con Balbina… ¡Pero es increíble!. Con lo que
se ensucian los niños en general (y estos en particular, que son como unos
cerditos andantes…), que todos los días juegan en el arenero del colegio… y
pueden estar tan ricamente 3 días (e incluso más) sin ducharse. Luego, cuando
se duchan, es un simple remojito, sin más, sin jabón, sin esponja… y el pelo
no, que “no les gusta” (así va la niña, con un pelo brillaaante brillante…). ¡En
fin, que son unos guarros!. Pero ya digo, que no es particular de mi familia…
sino de todo el país. Ahorran muuucha agua… se duchan poco, y cuando lo hacen…TACHAAN
TACHAAAN… ¡todos con el mismo agua!. Primero Luwe…luego Élodie…y al final…Magali.
¡BIEEEN!
- La ropa interior de Luwe y Élodie: Chica mala y Muchacho malo... Me parece a mi que esto es un poco parecido a los tatuajes con letras chinas... jajaja.