7 de abril de 2014

Como ya os adelanté, el sábado pasamos el día en Amsterdam. Andamos muchiiiisimo pero también disfrutamos un montón (al menos yo…que me conformo con poco :)). Al final, aunque era el día de los museos, no vimos ninguno, porque no conseguimos ponernos de acuerdo entre nosotras… (lo típico: “yo a este no que ya he ido…”). Vimos el mercado Waterloosplein, que esta cerquita de la Opera, (sé que volveremos, porque me enamoré de un jersey en el que todavía estoy pensando… juju), encontramos las letras de IAMSTERDAM, paseamos por la orilla del río Amstel y por el mercado de las flores, estuvimos en Leidesplein (¡que guay después de un año!), visitamos a los modelazos-dependientes de la tienda de Abercrombie&Fitch (que cosas más buenas os enseño…jajaja)... Intentamos hacer un tour en barco gratis que leí por internet, pero cuando llegamos al teatro donde supuestamente había que apuntarse para hacerlo (después de una muy buena panzada de andar…) nos dijeron que hasta la próxima semana no empiezan… así que… ¡nuestro gozo en un pozo!. 




Para superar la tristeza nos sentamos en una terracita a tomar una cerveza. Después nos acercamos a la plaza Dam, que ya había empezado la World Pillow Fight (una guerra de almohadas que hacían en muchas ciudades diferentes del todo el mundo). Aunque no llevábamos almohada lo pasamos bastante bien tirándonos las plumas desperdigadas por ahí y viendo a la gente disfrutar (la verdad es que para un ratito bien… no más). Después de un rato de almohadas comimos en un FEBO (muy típico aquí…) y vagabundeamos un ratito, estuvimos sentadas cerca de la estación… y cuando estábamos saturadas de Amsterdam (un horror oír tantísimo español…), cogimos el tres dirección Bloemendaal (la residencia provisional de fin de semana de pequeño poni…), vimos un poquito el pueblo (es enano…jajaja), tomamos una coca-cola y cogimos el tren de vuelta a Heemstede. 






Para cenar, Diana y yo descubrimos un sitio muy cerca de casa y genial: ¡es un turco-italiano! Mmm… Lekker!



El domingo amaneció lloviendo, y estuvimos a punto de cambiar del planes… ¡menos mal que no lo hicimos! Cuadramos el horario de los trenes y nos fuimos a Den Haag (La Haya). Allí vive Sandra, una chica de Zaragoza que estudió conmigo en la ESO, así que quedamos en que nos enseñaría la ciudad.


Estuvimos paseando por el centro, viendo un monton de callecitas de tiendas, edificios… La Haya es una ciudad totalmente diferente a lo que estaba acostumbrada hasta ahora:  es la sede de gobierno de los Países Bajos, la sede de todas las embajadas extranjeras y ministerios gubernamentales del país… y también es la ciudad de residencia y trabajo del Rey Guillermo Alejandro.




Como digo, es muy diferente a lo que estaba acostumbrada a ver. Es la tercera ciudad más grande de Holanda, y el centro no está formado por las “típicas construcciones holandesas” , como ocurre en Haarlem o en Ámsterdam. Mucho edificio alto, muchas obras… ¡me sorprendió la tremenda red de tranvías que tienen!.


Tomamos un aperitivo típico en una plaza con un montón de terrazas (unos nachos suuuper picantes y una especie de albóndigas-fritas-de carne con mostaza).
Después cogimos el tranvía (parecía fácil…pero ninguna pensó en la dirección y claro…pues dio la casualidad que el que llego primero no era el que teníamos que coger…así que  hicimos como 15 paradas hasta que nos dimos cuenta. Claro, luego tuvimos que volver… jajaja).
Sandra nos recogió en la estación central con el coche y nos fuimos a la playita. No hacía muy buen día, ¡pero fue genial!. Entramos en un hotel de super lujo y comimos en un restaurante en la orilla de la playa, muy chulo. Después un chocolatito caliente al lado de un brasero…y ya tocaba volver, que hoy había que trabajar.





Un día genial que seguro repetimos prontito! :)



¿Qué destaco?

- Una frase de pequeño poni con la que me deleitó hace unos días y que nunca me acuerdo de poner. Esto me lo dijo la pobre hablando de su ex-relación con un chico holandés (por todos es bien sabido que los holandeses no se quedan cortos a la hora de crecer...): “Es que Lucía... no puedes hacer vida de pie, lo tienes que hacer todo sentado”. jajaja

- Acabo de darme cuenta de que realmente ha pasado un mes desde que llegué: como primer lunes del mes, a las 12:00 ha vuelto a sonar la alarma incendios que el primer día me dejó loca sin saber qué era.

- Ya ha empezado la cuenta atrás para la primera visita de mi aventura: ¡¡10 DÍAS!! :D

- Mañana POR FIN nos instalan la cocina. ¿Qué significa eso? Volveremos a cocinar sin problema, no tendremos que ir de casa en casa, el comedor volvera a estar "ordenado" como al principio, tendremos lavavajillas (creo que esto es lo que más voy a disfrutar... :D), dejarán de entrar y salir hombres extraños que en su mayoría no hablan inglés... ¡¡SERÉ FELIZ!! jajaja.

- Una foto curiosa: una bici en un canal en Ámsterdam. ¿La veis?.


- Los campos de tulipanes... ¡ya empiezan a florecer! Y de verdad es totalmente como lo cuentan: filas larguísimas de tulipanes de diferentes colores formando una alfombra... ¡precioso! Mis preferidos son los rosas, los rojos, los morados... ¡todos!jiji. La foto no se ve muy bien, está hecha desde el tren y cuando ya anochecía... prometo mejores en la excursión que haré en unos de los próximos findes a ver los campos.


- En La Haya, la policía a caballo dejó que Sandra y pequeño poni los acariciaran (eran dos chicas policías majísimas). Yo obvio ni me acerqué... ¡son enormes!


- La pascua ha llegado a Holanda: en los supermercados, en casa... Espero poder acercarme un día de esta semana al super para enseñaros toodas las cositas especiales que hay para esta época. Ayer, aunque se fueron a pasar el día a Efterling (El DisneyLand Holandés, según me explicaron...), la abuela vino a casa y puso el árbol de pascua :)



...nos vemos en Holanda! :)