10 de mayo de 2014

Jueves (1 mayo)

Después del vuelecito que nos hicieron pasar, y después de varios cálculos horarios (en España es X, en Londres X-1 y en Riga X+1, pero claro, en Riga es X+2 respecto a X-1… Bueno, al final llegamos, que era lo que queríamos… jajaja), por fin, llegamos a nuestro destino…


Aquí también tuvimos que pasar control de pasaporte… y digamos que nos costó un poquito (fuimos cambiándonos de fila cada vez que una avanzaba…y sí, al final fuimos los últimos…jajaja.)


MA nos recibió por todo lo alto: flores para las chicas, y licor típico para los chicos. ¡Qué buen anfitrión!. 



Compramos billete de transporte (aquí ya nos dimos cuenta de que los letones no son especialmente agradables que se diga…) y seguidamente el autobús, para llegar al hostal. ¡Qué hostal más guay! Lo llevaban unas chicas majísimas (no debían de ser de allí…). Hicimos dos habitaciones: la de chicas, y la de chicos (que, increíblemente, se llevó el galardón a habitación más lenta del viaje…¡luego dicen se las chicas!).



Hicimos el check-in y dejamos las maletas, y nos fuimos a comer a Palmeni XL: un sitio de comida típica letona al peso. Había sopas (de verduras, de patata…), pasta rellena con distintas salsas y ensaladillas. Fue muy, muy, muy barato (luego nos dimos cuenta de que es un país muy barato, como bien nos había contado nuestro amigo MA… ), pero, para mi gusto, no muy bueno… ¡Todo picaba!. Aquí pudimos confirmar rotundamente que los letones son de todo menos simpáticos, paciente y agradables…



Después de llenar la tripa fuimos al monumento de la libertad (Freedom monument), donde había unos señores policías constantemente vigilándolo, evitando que nadie subiera las escaleras que tiene… ¡Y mirándonos bastante mal por hacernos fotos estúpidas!. Seguimos nuestra visita hacia el Museo de la Ocupación (un fracaso, ya que estaba en obras y al nuevo edificio no habían trasladado nada…), vimos un mercadillo ambientado con música, entramos a la catedral (tuvimos que cubrirnos el pelo... ¡Un burka por amor total!jajaja) y paseamos por el barrio del Art Nouveau y tomamos algo en un café (“La rana voladora” se llamaba…) donde no nos atendieron con ningún tacto… El cansancio ya nos pesaba a todos, así que algunos decidieron irse al hostal a dormir un poquito, y otros (las chicas…) no quedamos con MA paseando por la ciudad.


Freedom monument.



Catedral.

 Art Nouveau.


Para cenar, fuimos a otro sitio típico, esta vez de comida rápida: Deli Snack, comida mexicana, hamburguesas, kebabs… un poco de todo. Más tarde fuimos a un bar cerquita del hostal, “Leningrado”, a tomar algo. Sobre la 1, algunos nos quedamos a dormir y el resto fueron a una discoteca a ver el ambientillo…



...nos vemos en Holanda!:)
Supongo que querréis que empiece por el principio… ¿no?. Pues resulta que nuestro amigo MA nos anunció allá sobre septiembre (espero no equivocarme…) de que se iba de erasmus a Riga, en Letonia (si, en la otra punta…). Una noche de fiesta, una cosa llevó a otra y acabamos haciendo una criba entre el grupo de amigos… “¿Quién se viene a Riga en el puente de mayo?”… Y así, entre una cosa y otra, llegó el esperado puente de mayo…

Habíamos quedado el miércoles (30 de abril) en la Estación de Sants, todos bien preparaditos con nuestras maletas camino al aeropuerto y primer vuelo: Barcelona-Londres (he de decir que nunca había volado de noche y es una de las cosas más bonitas del mundo, ¡¡me encantó!!). Una vez en Londres, y aun llegando sobre las 12 de la noche, nos tuvimos que chupar una cola tremenda para pasar el control de pasaporte… ¡qué pesaos!.

Aeropuerto de Barcelona.




Después de salir a fumar (algunos estaban ya desesperadicos… ;);)), tocaba buscar cama… ¿cama? ¡Si, cama!. Como queríamos que el viaje fuera único e irrepetible decidimos hacer noche en el aeropuerto de Londres Stansted… ¡¡NUNCA MÁS!!
Algunos empezaron fuerte... ;)



Oooh... :)

Chicas en el tren de Londes-Stansted.

Fumeteando...

Lo primero, que fue bastante difícil encontrar un hueco donde poder dormir 10 personas, con sus 10 maletas, más las 3 grupales… Increíblemente, el aeropuerto estaba lleno de gente durmiendo en los rincones y posturas más insospechables, y con total tranquilidad… Fueron como 7 horas que, ahora, pensándolo en frío, no fue para tanto… pero me acuerdo que quería morir: no encontraba postura cómoda, hacía frío… Personalmente, ¡para mí fue horroroso! (y no para otros, que durmieron a pata suela sin problema alguno…;)).

  Campamento base...

 Por fin llegó la hora de marchar. Facturamos las maletas y al control. INCREIBLEMENTE me registraron la maleta (sí, después de pasar dos controles antes (Amsterdam-Barcelona y Barcelona-Londres)). Y todo… ¿por qué?. Les llevaba a mis queridos amiguitos un pack de cositas típicas holandesas para el desayuno… y como había mermeladas… me dijeron que “podía considerarse líquido” (¿?). Así que nada, bolsita hermética y a correr.


Subimos al avión con unas ganas de dormir… un cansancio… un frio… Pero no tuvimos un vuelo tranquilo. ¿El problema? Pues resulta que Riga es un sitio típico para celebrar despedidas de soltero… Así que viajamos con un gran grupo de guiris bebiendo cerveza que no pararon de andar arriba y abajo y de hablar en todo el vuelo… ¡Ah! Y también viajamos con el novio (o al menos supongo (o mejor dicho espero) que lo fuera…), que iba disfrazado de pene… (esta y otras formas de hablar fino…jajaja)...

Volando a Riga, ¡por fin!.




 ...nos vemos en Holanda!:)