Empezamos el día ataviándonos como buenas holandesas:
camiseta naranja, gafas naranjas, antenitas naranjas con la bandera del país,
pestañas postizas naranjas… incluso pequeño poni se pintó las uñas, se compró
pendientes (unos horterísimas de un corazón con la bandera holandesa… no les
hice foto, pero sé que si no los nombro me taladrará tanto como ayer diciéndome
que lo pusiera… jajaja) incluso un bolso a conjunto… ¡íbamos completísimas!.
Así empezaron las pestañas... y así terminaron :)
Cogimos el tren sobre las 9:30 hacia Amsterdam (nos habían dicho que habría mucha gente, que no podíamos llevar bebida porque la policía estaba en la Centraal quitándola… nada, todo mentiras). Llegamos y estuvimos como 1 hora esperando en la estación: un chico español y una chica alemana con los que pequeño poni había concertado una cita… (JAJAJAJAJA).
Cuando estábamos todos, recogimos a Claudia y tiramos hacia
el barrio del Jordaan, que nos habían dicho que estaba super bien.
Estuvimos callejeando, viendo todos los puestitos del
mercado callejero que la gente monta… ¡y vendían de todo!. Ropa, libros,
comida, zapatos… ¡hasta un coche!.
Después de varios paseos, nos sentamos en la
orilla de un canal a ver los barcos pasar… ¡y es que es ahí donde está la
fiesta!. Barcos llenos de gente, vestidos de naranja, con música… ¡me encantó!.
Después de estar allí un ratito, nos fuimos hacia el puente
más alto de la ciudad, que había un DJ con música… Cuando nos cansamos, echamos
a andar… y justo en la plaza Spui encontramos otro DJ, con música chula, muy
buen ambientillo… y allí pasamos la tarde. Nos encontramos con algunas aupair
españolas, conocimos a mucha gente (entre ellos un grupo de españoles que
estaban de despedida de soltero…)… y aguantamos hasta que nos cansamos…
entonces, sobre las 21.30, fuimos a la estación a coger el tren para volver a
Heemstede.
Sinceramente, pensaba que iba a ser una odisea volver… y
bueno, en el tren había bastante gente… pero sin problema. La idea era ir a
Haarlem por la noche, pero el día había sido duro y estábamos bastante
cansadas… así que decidimos irnos a casa. Sobre la 23 estábamos plácidamente
durmiendo la mona (unas más que otras…;)).
¿Qué destaco?
- Me encantó ver a niños en la calle tocando y pidiendo
dinero. Vimos a 3 bastante chiquitines…y luego vi a dos más mayorcitas tocando
la flauta dulce y con un cartel que ponía: con una mano 0,50€, con dos manos
1€. So sweet!:)
- La gente ofrece sus baños de
casa: tú pagas 0,50€ o 1€ y puedes entrar a hacer tus necesidades al baño de
una casa, asegurándote que estará bien limpito… (Bueno, como en todos se paga
en general están bastante limpios…). ¡Había hasta un baño-casa-barco! Tendría
que haber entrado…
- Pongámonos en situación: día del Rey en Ámsterdam. Te vas
con tus colegas en un barco por los canales, bebiendo cerveza hasta reventar y
poniéndole los dientes largos a tooodos los viandantes arremolinados en las
orillas. De repente, te entran ganas de ir al baño. ¿Cómo lo solucionas?
Pues si amigos… cuando pasan por un puente, el conductor
reduce la marcha… y todos los asistentes con la vejiga suelta aprovechan para
sacar su churra por la borda… jajajaja.
Estando sentadas en una orilla, vino un barquito, uno de los
chicos se puso a mear… pero debe ser que llevaba mucho rato aguantando y que el
amigo/conductor era un poco cabroncete… así que acabó el puente y el muchacho
siguió meando, sin problema alguno… ¡hay que ver estos dutch! jiji.
- Había policía por las calles... pero también en los canales. Y es que...
- ¡Había barcos traficantes! Bueno, traficantes...no sabemos muy bien qué es lo que vendían, pero algo vendían... Era sospechoso, porque ver un barco pequeño, con 3 chicos jóvenes, callados, sin música, sin nada... Y vimos que cuando se acercaban a un barco grande, levantaban un cartel con algo escrito y empezaba la negociación... ¡qué cosas!.
- Sé que a más de una le va a enamorar este traje de tulipanes... Que no es modelo exclusivo, ya que vi a más de uno que lo llevaba...
- Me encantó que te sirvieran las cervezas en bandejas de cartón... muy cómodo. Y también estaba bien lo de los vasos: pagabas 1€ más y luego si devolvías el vaso te daban el euro... ¿Y qué pasa? Pues que la gente tiraba los vasos... Así que pequeño poni y yo cenamos por 2,5€ gracias a las 9 vasos que encontramos, recogimos y devolvimos... jajajaja.
En conclusión... ¡un día muy bueno! Eso sí...el año que viene repito, a poder ser... ¡en barco! :D
...nos vemos en Holanda!:)