Esta semana ha sido terrible: he tenido a los niños un
montón de horas cada día y ¡he acabado muerta!. Pero hoy, me han dado el día
libre… (el padre va a estar 2 semanas fuera y le han dado hoy fiesta, supongo
que para que disfrute de la familia, por eso de la importancia que aquí tiene…
¡ah! Y a cambio trabajo el domingo por la tarde…:| ).
Y bueno, durante estos días ajetreados he estado pensando en
cositas que os puedo contar de Holanda, pues, aunque todavía me quedan unos 50
días por aquí, para mí ya es la cuenta atrás… Quiero aprovechar al máximo el
tiempo que me queda, visitando un montón de sitios que me falta por ver y
haciendo cosas chulas. Y para empezar…
La vida en bici.
Sí, señores… Holanda va en bici. Pero… ¿Cómo lo hacen?
Los niños. Los niños nacen y ya van en bici (en alguna ocasión
os he enseñado/contado como en mi primer domingo en Holanda nos fuimos en bici
con Magali en el maxi-cosi dentro del bakfiets… Creo que en España eso sería increíble).
¿Qué opciones tienen los padres? La principal es el
bakfiets: una bici con una “caja” delante donde llevar a los niños sentados…
Los hay de muchos tipos, formas, colores, con asientos, sin asientos, con
impermeable… ¡Los hay realmente bonitos!. En él pueden ir niños de todas las
edades.
A los bebés, como os he dicho, los llevan en el bakfiets con el maxi-cosi o directamente con una mochila porteadora. Cuando son un poquito más mayores y ya son capaces de mantenerse sentados, algunos padres optan por una sillita entre el manillar y el cuerpo del adulto que conduce la bici… muy peligroso a mi parecer… Y a parte de todo eso, está la sillita trasera tradicional, que es la única (creo) que se ve en España, que es la que lleva mi bici.
Y bueno, lo que me parece la bomba es cuando una madre va
con 3-4-5-6 hijos (o no) en la bici. 4 en el bakfiest, 1 en la mochila
porteadora y 1 en la sillita de atrás… ¡OLE, OLE Y OLE!.
Vamos, que
aquí o vas en bici o… vas en bici. No hay otra. Las mujeres van en falda,
tacones, vestido… Se va en bici a trabajar, al colegio, de fiesta… Haga frío,
calor, llueva, nieve… Nacen con una bici debajo del brazo.
A la
conclusión que me ha hecho llegar mi querido pequeño poni, es que las
holandesas tienen las patas tan largas que no tienen miedo a ir en bici, porque
siempre llegan al suelo. Es contrario a lo que me pasa a mí, que en caso de
emergencia… me voy al suelo.
Y… ¿cómo me
he adaptado yo a la vida en bici?. Pues sorprendentemente bien. En España no he
sido muy bicicletera, todo hay que decirlo… Yo era de las que se monta en bici
un día y se pega 3 meses con dolor de culo… Pero aquí la cosa me ha hecho
cambiar de idea. Al principio prefería ir andando a los sitios… Ahora prefiero
ir mil veces in bici. Y respecto a llevar a los niños… Todavía no me confío del
todo, porque no son mis niños… y porque mis piernas no es que sean muy largas…pero
vamos haciendo. La verdad es que con Élodie voy muy cómoda… Pero cuando me toca
llevar a Luwe, prefiero andar. No sabe estarse quiero, y hace movimientos tan
bruscos que algún día nos caeremos…
Y sí, me
volveré a España enamorada de una bici… ¡es increíble lo bonitas que pueden ser!
Yo sé que acabaré con una bici holandesa…
...nos vemos en Holanda!:)