21 de marzo de 2014

Como dije el otro día, cada vez es todo más normal, y quitando alguna anécdota graciosa o especial, todas las semanas van siendo más o menos lo mismo.

Esta semana estuve también en el Grut&Groot con las chicas, el mismo día Rebecca (la vecina amiga de Élodie) celebró el cumpleaños, y la invitó a comer un trozo de tarta… vino la abuela, como todas las semanas (suele venir martes y viernes)...

Esta semana he descubierto que lo del miércoles pasado no fue algo concreto, sino que realmente odio los miércoles con todas mis ganas: es el ‘short day’ y todos los niños salen del colegio a las 12, lo que significa que hacen el lunch en casa y que tenemos que estar tooooda la tarde haciendo algo entretenido para no acabar subiéndonos por las paredes (y no, esta vez tampoco lo conseguimos…). Élodie se hizo pis encima… luego aprovechó un momento que se fue Radna para cagarse encima… (¡SI, CAGARSE CON 4 AÑOS! Ya he descubierto que no es que se le escape un día y pobrecita…esta lo hace porque si, por pereza, por llamar la atención… ¡vete a saber!). Luego le tocó cagarse a Luwe… Y para cenar, como había sido un mal día, Radna hizo pancakes…(sí, dulces…).

Pero a pesar de ser miércoles, pasó una cosa buena, ¡por fin nació nuestro chiquitín!. Ahora me toca esperar…pero el día 29 de abril lo voy a ir a conocer con más ganas que a ninguno. ¡Bienvenido Roger!:) (¡¡Muchas gracias a todas por enviarme tantas fotos!!)



Estoy alucinada con los cambios de tiempo que tienen aquí: ayer hizo un día buenísimo, con mucho sol y bastante calor (yo estuve como 2 horas en la terracita tomando el sol) y hoy, abro un ojo a las 7 de la mañana…y ¡diluvio universal!. Tanto es así que hasta se me ha pasado por la cabeza comprarme unas botas de agua y un paraguas… (si, pecado el mío… no me traje con la idea de “ya me compraré”, pero realmente desde que estoy aquí ha sido el único día que ha llovido de verdad…), por suerte mis lindas amigas han contribuido a espantar esa idea de mi mente… jijiji.

Bueno, como ayer tuvimos clase de inglés y nos ha entrado mucho la responsabilidad y las ganas de estudio (y a la pobre Balbina, que por cierto, me ha pedido que le llame pequeño poni en el blog, para ocultar su identidad…jajaja, un poquito de agobio también…), pues a las 8.30 de la mañana me ha recogido en casa con su coche. ¿Problema? Es el cumple de una amiga suya y mañana la ha invitado a su casa a cenar, y claro…. ¡No iba a aparecer con las manos vacías!. Así que nos hemos decidido, hemos llamado a Diana… y en un momento estábamos camino del Primark, así, ¡sin complicarnos mucho!. El diluvio seguía, hemos visto un par de tiendas, pequeño poni ha comprado el regalo para su amiga y hemos desayunado en Le Place, una franquicia barata y buena de Holanda (por lo que he podido ver hasta ahora… hay en Haarlem, en Gouda…), y vuelta para Heemstede, que teníamos que recoger a los niños del cole.

Hemos estado esperando montón de rato, un frío que pelaba… Se suponía que pequeño poni me iba a acercar hasta casa en el coche con Luwe (no había cogido el carrito). El problema ha sido cuando ha llegado su niña y los 394734875049805 amigos a los que invitaba a jugar a casa ¡MADRE MÍA!. Como no cabíamos en el coche, pequeño poni me ha dejado su paraguas (menos mal…) y hemos empezado a andar. ¡QUE HORROR! ¡QUE NIÑO TAN PESADO! Ha estado todo el camino ‘auuuuu’,  ‘paaaain’ (dolor)… y lo único que le pasaba era que no quería andar, ¡no te digo!. Por fin hemos llegado a casa y aquí le esperaba su amigo: hoy es la primera vez que Luwe invitaba a un amigo a jugar a casa (su primera ‘play date’, como dice Radna) y no sabíamos muy bien cómo iba a reaccionar, porque con sus hermanos es poco permisivo y muy gritón, pero nos ha sorprendido y bastante a las dos.

Después del lunch, y como Élodie estaba sola, Radna ha decidido llamar a Rebecca para que viniera a jugar, así que yo me he lavado las manos y he decidido refugiarme en mi guarida (una retirada a tiempo es una victoria, ¿no? ;)).

La próxima vez que escriba supongo que será sobre algo fantástico que hayamos hecho las fantásticas este fin de semana: conocer algún pueblo o ciudad, alguna locura con la bici… ¡lo que sea!.

La semana que viene empiezan las obras de la cocina (la van a cambiar enterita, pared abajo incluido…), así que no sabemos si podremos estar en esta casa o nos iremos a Haarlem con la abuela, así que no sé si tendré internet o no (hablando de internet…todavía no tengo el cacharrito para que me funcione bien...¡ah! ¡ni la mesa!...). Sin más…



…nos vemos en Holanda!